Cuando comentábamos cuáles eran los espacios fundamentales a la hora de distribuir una oficina, vimos que cada vez más empresas integran el concepto de soft seating y, más, con los tiempos que corren, donde la seguridad por evitar el contagio del covid prima.
Realmente, el soft seating es un término inglés que se emplea en las oficinas y centros de trabajo norteamericanos para referirse al trabajo distendido e informal. Por ejemplo, las oficinas de Google apuesta por cómodas zonas para que sus empleados puedan relajarse, estimular la creatividad y rendir en sus puestos de trabajo. Sin embargo, en la época actual que estamos viviendo, este concepto de soft seating se está traslandando a los hogares.
Muchas empresas apuestan para que los teletrabajadores tengan en sus casas un despacho para concentrarse en sus tareas, pero también una zona soft seating donde mantener reuniones de Zoom, Skype, llamadas de teléfono o cafés virtuales con sus compañeros de profesión.
Estos nuevos espacios de trabajo han generado que se invierta más en equipamiento y en decoración de interiores. El crear zonas donde los empleados se encuentren cómodos, relajados, en un entorno informal con el fin de disminuir el malestar laboral y las preocupaciones de las tareas diarias.